Navego por mi ría
sonrío contento
empapándome de aroma
de sal y viento.
Blanca la estela
que abandona mi barca
de sueño y vela.
Suspiro soñoliento
y oteo al frente
tiritando de frío
por el relente.
Marisma viva
va jaleando mi barca
ronca y furtiva.
¿Qué pasa marinero
que faenas tu mar
con frío y sin ganas
de navegar?
Sólo y atento
te golpean las olas
con brío violento.
La brisa me regala
canto pesquero
desde el saliente espigón
hasta el Conquero.
Punta Umbría;
pincel del océano
que Huelva cría.
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