domingo, 14 de septiembre de 2014

Jerez llena El Maestranza sin rematar la faena (artículo)



El Maestranza abrió sus brazos a Jerez para acogerlos en la otra cuna del cante. El público tenía ganas de escuchar flamenco y comenzaron a jalear nada más abrirse el telón. La Macanita, Juana la del Pipa, Capullo y Manuel Moneo respondieron a este. Fue un espectáculo dedicado al arte ausente de Jerez, se acordaron del Torta, de Morao, de Terremoto y también el Capullo canto una letra a Paco de Lucia por bulerías, magnífico por cierto.

Manuel Moneo abrió el concierto a palo seco, inundando el teatro con la profundidad de su voz. Tras este llegó Juana con unos tientos tangos donde dió lo más rancio de su voz y se gustó por tangos, una maravilla de tangos que pusieron el listón muy alto, de verdad… menudo eco. El Capullo siguió con unas bulerías por soleá manteniendo el alto nivel que había marcado Juana aunque con una salida al cante un tanto peculiar. Continuaron por fandangos naturales y luego por bulerías, ole los dos y sobretodo Juana, chapó, que mejor que tu habrá quien cante pero más gitano no, como dijo en ese fandango que tontamente repitió el Zambo minutos después, mira que hay estilos y letras de fandangos, pues lo repitió. El Zambo no cantó mal, pero no vimos lo mejor de él. Por supuesto no desafinó ni se fue de compás pero su cante no llegó a lucirse del todo. Por otro lado vimos a un Fernando de la Morena con la voz muy gastada sin embargo demostró sentirse cómodo sobre las tablas, quería cantar más y lo demostró en el fin de fiesta. No se rompió por seguiriya acordándose de Morao, ni tampoco por fandangos, ni en las bulerías, la voz no se lo permitió. Manuel Moneo volvió a cantar y este si se rompió con una soleá de Alcalá dedicada a la gloria de su hermano el Torta y por seguiriya. Fue la Macanita la que recuperó la fuerza con la que había empezado el espectáculo, hizo la malagueña de Manuel Torre y la doble del Mellizo, con mucho gusto y gitanería. También cantó por soleá y por bulerías, que fue de lo mejorcito que nos ofreció la noche, junto con Juana y sin dejar atrás al Capullo y Manuel Moneo. Y por fin llegó el que todos esperaban, Agujetas. Con él el público si sé que volcó y fue el que menos respondió. No se sintió a gusto ni por soleá, ni por seguiriya, ni en el martinete, tanto es así que no los remataba, simplemente se levantaba del sitio dando un alarido gutural sin hacer el macho del cante, se escaqueó. Solo se sintió cómodo con los fandangos, y ahí se quedó, no hizo nada más. Y que difícil se lo puso al guitarrista. Me esperaba mucho más de este cantaor al que tanto admiro. También tengo que decir que si no me pareció bien que no saliera al fin de fiesta, me pareció impresentable que no saliera a despedirse de un Maestranza que se entregó a él sin merecérselo.

Los guitarristas no fallaron ninguno, acompañaron como se tiene acompañar, guitarras limpias con mucho gusto y sentido, dejando ese espacio tan sentío al cante. Empezando por Manuel Parrilla y Niño Jero, pasando por Rubichi y Barullito y sin dejar atrás a Antonio Soto.

En definitiva la noche nos ofreció muy buenos momentos de cante, con Juana y Capullo colocando el listón gitano y jerezano bien alto y con una Macanita y un Manuel Moneo que recuperaron ese listón. Como ya he dicho, las guitarras respondieron en todo momento. Pero Jerez es una tierra cantaora de vino y arte con enorme riqueza de cantes y a noche se limitó a las soleares, bulerías, seguiriyas y fandangos, me faltaron tarantas, o cantes de Cádiz, o acordarse algo de Chacón por malagueña o granaína, u otra cosa, porque Jerez es una mina, es tierra grande, muy grande.

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